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Mi viaje hacia la sostenibilidad: gestionar un B&B en una zona protegida

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Amanda Zimlich es la propietaria de Otters Pond Bed and Breakfast, situado en la isla Orcas en Washington, EE. UU. Comparte las medidas de sostenibilidad que le están ayudando a reducir el impacto de su alojamiento en el medio ambiente.

La isla Orcas es un lugar único. Los recursos son limitados, lo que me hace consciente de mi huella de carbono. Mi alojamiento está situado junto al precioso parque estatal Moran, una zona protegida. Creo que mi responsabilidad como propietaria es hacer todo lo posible para reducir mi impacto en el medio ambiente y preservar el delicado ecosistema de la zona. 

Aprovechar las medidas energéticas existentes

Compré el Otters Pond Bed and Breakfast en 2019. Tuve suerte, porque el edificio ya tenía una infraestructura sólida con muchos tragaluces y buen aislamiento en general. Esto mejora la eficiencia energética reduciendo la demanda de electricidad y calefacción, lo que a su vez reduce el consumo y los costes de energía. 

Aunque el edificio estaba en buen estado, sabía que se podía mejorar aún más y que podía añadir medidas de sostenibilidad. Contratamos a una empresa especializada en sostenibilidad para que realizara una auditoría energética e identificara las ineficiencias. Aprendí que algo tan sencillo como cambiar las bombillas existentes por LED puede ayudarte a reducir las emisiones. 

Aún hay muchas oportunidades para reducir las emisiones derivadas del consumo de energía, como instalar paneles solares, lo que será mi próximo reto. Aunque los paneles solares puedan parecer algo caros al principio, tras hacer unos cálculos descubrí que se pagarían en un plazo de solo cuatros años. 

Apostar por el autocultivo para reducir el desperdicio de alimentos

Soy chef de profesión, así es como empecé en el mundo de la hostelería. Trabajé en restaurantes y empresas de desarrollo de productos como Campbell Soup Company antes de convertirme en anfitriona. Cocinar es más que un trabajo, es mi pasión. 

En el alojamiento tengo un jardín que me suministra ingredientes durante todo el año, como verduras, frutas y especias, que uso para los platos del desayuno. Es un enfoque de proximidad en el que muchos productos orgánicos provienen directamente del alojamiento. Lo que no puedo cultivar, se lo compro a agricultores locales. De esta manera, apoyo a los negocios locales, tengo menos desperdicios y reduzco mi huella de carbono porque la comida viene directamente de la isla. 

Herb garden


Debido a la cercanía del mar, el clima de la isla Orcas es bastante húmedo, lo que complica el cultivo de algunos alimentos como los tomates, por ejemplo. No soy jardinera, pero mi madre me enseñó todo lo que sé sobre jardinería. Cada vez me resulta más fácil, ya que siempre aprovecho las plantaciones de la temporada anterior. Cultivar mis propios alimentos me ha ayudado a reducir los costes de la comida significativamente, y puedo servir productos de primera calidad con la máxima frescura. 

También tengo un pequeño corral de gallinas ponedoras de raza autóctona. No solo nos dan huevos frescos y orgánicos, sino que también uso su estiércol para crear mi propio compost. Cuando era pequeña hacía compost, así que las gallinas me inspiraron a volver a hacerlo de nuevo. La comida que sobra también va al compost. Es un ciclo perfecto.  

Proteger a la fauna de la zona

El agua de Otters Pond proviene del mismo manantial subterráneo del que se nutren los lagos y estanques del parque estatal Moran. Gracias a su ubicación, el estanque atrae a más de 100 aves migratorias y otras especies más grandes de rapaces, como águilas calvas, búhos y halcones. En el estanque también hay truchas, nutrias, visones, castores, mapaches, tritones, serpientes y ranas. El ecosistema del estanque es muy delicado, y se podría desequilibrar con facilidad. Siento que tengo la responsabilidad de proteger este equilibrio natural. 

Cuando llegan los huéspedes y les enseño el alojamiento, les hablo del estanque y les explico cómo se deben comportar. Por ejemplo, es importante que no den las sobras de comida a las aves ni a los animales salvajes. Reciclar y hacer compost son otras prácticas en las que involucro a los huéspedes. Por lo general, la gente viene a reconectar con la naturaleza y escapar de la ciudad, así que tienen bastante cuidado con lo que hacen durante su estancia. 

En el jardín no uso químicos agresivos, como pesticidas, ya que podrían afectar a la fauna y la flora del estanque y los terrenos a su alrededor. Estos químicos no solo tendrían un impacto negativo en el terreno, sino que también son dañinos para los insectos polinizadores y los animales. 

Encontrar motivación en la satisfacción de los huéspedes

Cuando llegué a Otters Pond, tenía pensado esperar a que se rompieran las cosas antes de cambiarlas. Sin embargo, ahora actúo más rápido cuando veo una oportunidad para reformar el edificio, ya que estas mejoras no solo reducen la huella de carbono y los costes operativos, sino que aumentan la satisfacción de quienes se alojan aquí. 

La gente nota las medidas sostenibles, como la reducción de plásticos de un solo uso, y los comentarios que nos han hecho son muy positivos. La gente siente que está contribuyendo con la causa al elegir un alojamiento sostenible. Esto me anima a seguir buscando maneras de ser más sostenible. 
 

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Soluciones

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Ideas principales
  • Trabajar con empresas locales especializadas en sostenibilidad puede ayudarte a identificar oportunidades de mejora 
  • Cultivar productos orgánicos en tu alojamiento, como verduras, frutas y especias, puede ayudarte a reducir los costes en comida
  • Proteger la fauna y la flora autóctona, y explicar a los huéspedes cómo se deben comportar, es una parte importante de las medidas de sostenibilidad